¿Donde
estás mamá? Te recuerdo con mucho cariño y agradecimiento. Elevo mi oración a
cada instante por tí. No te olvido, nunca lo haré, las personas ancladas a
nuestro corazón son difíciles de olvidar ¡Cuánto más la mamá! sólo me duele lo
repentinamente que te fuiste sin decir más; te vi salir al hospital pero nunca
más a la casa llegar, no hubo chanza de bien despedirnos, de
"reaccionar".
Muchos
planes y proyectos quedaron a medias, mucho material y actividades esperándote,
mucha creatividad a derrochar, pláticas, animalitos, plantas, juegos, consejos,
navidad... Pero si de Dios fue su voluntad por más doloroso que esto haya sido
¿Qué puedo más decir yo? Lo acepto, pero me cuesta el hecho de esta ida tan de
repente, sin un aviso, sin una carta, un consejo que, sin duda, nos las habrías
dado, pero no podías ante tu dolor ni siquiera hablar más. La enfermedad no da
tiempo de mucho.
¿Dónde
estás ahora mamá? ¿Me escuchas? dime que bien estás.
Aquí
es donde con mayor razón deseo que exista el cielo para personas como tú, que
dan la vida al extremo por amor. En verdad, lo deseo de todo corazón que estés
feliz ahora allá: en el cielo de las grandes mamás.
Sólo
me resta agradecerte tu mucho esfuerzo por nosotros y pedirte perdón por lo
mucho ingratos que hayamos sido o más de alguna vez ofendido, estresado o
preocupado. Te mando un abrazo espiritual desde mi conciencia y corazón
sincero, y que sepas, pues, ¡que NO TE OLVIDO, siempre te recuerdo y ESTOY
SUMAMENTE AGRADECIDO! Lo digo de todo corazón y que sepas que de mí al menos,
en cada paso de mi vida que de ahora en adelante doy, en cada logro, en los
gratos recuerdos y enseñanzas que de tí tengo, ¡nunca te irás! nunca te has
ido. También son parte de tí...
¡Te
amo mamá, tú bien lo sabes, así como tú de cariñosa con nosotros siempre has
sido! ¡Dios te siga bendiciendo allá en el cielo y ruega por nosotros ante Él
por tus hijos, demás familiares y amigos! que te seguiremos con cariño profundo
en lo que nos resta de vida acá en la tierra "bien recordando"...
Cariñosamente:
¡Tu hijo desde la tierra!