Normalmente cada mes tenemos retiro espiritual, éste es uno de ellos.
Comenzamos a partir de las 10 am para culminar con la celebración eucarística a la 1 pm. ya que después de éste, saldríamos a conocer más de la diócesis de Texcoco, digo conocer más porque, aunque es cierto que no es la primera vez, en cada visita conocemos distintas parroquias, distintos párrocos, por ende, distintas experiencias. Así, cada vez que salimos a las distintas diócesis de la república mexicana y conocemos nuevos lugares, también nos enriquecemos en experiencias nuevas. Esta vez, Texcoco no fue la excepción y su párroco, junto con su equipo de personal, ministros, catequistas, seminaristas, etc., parecían trabajar muy en sintonía con el mismo. Cosa rara en la actualidad, y más en el impulso en una comunidad. El sacerdote estaba interesado por ella y se preocupaba por su espiritualidad primeramente
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Yo estuve acompañándole en el transcurso de las misas del domingo y algo que me sorprendió, y a pesar del status de la gente de bajos recursos, fueron sus capillas (o templos) los cuales lucían muy esmerados y hermosos; en ellas se notaba, o al menos eso pretendían, la intención de mover más a la espiritualidad de las personas de ahí. En cada una de ellas no faltó un coro bien preparado (al menos estructurado), así que nunca fui en ese día a una misa donde no se haya cantado con instrumentos y voces de coro, lo que enriquecía y motivaba más la espiritualidad de las personas de cada comunidad.
Al cuestionar al Sr. Cura (que por cierto fue nombrado recientemente vicario episcopal) sobre este asunto, me comentó que todo era cosa de él, y él mismo los motivaba. Bien por ellos porque, además, en esta parroquia y, recientemente, están enviando seminaristas a hacer su apostolado, tanto de vocaciones adultas (los cuales conocí a tres) como de la misma diócesis.
Cuenta, por último el Padre, que tiene atendiendo a 184 matrimonios que les llevan proceso y que los mismos seminaristas les dan pláticas así como las demás categorías que incluye el movimiento familiar cristiano. Supongo que hay más que descubrir en esta parroquia y de su trabajo pero que no alcancé a ver en sólo un día.
Estuve conviviendo con la gente de cada misa de esta comunidad, toda ella es amable y sincera y de diversas preocupaciones y necesidades pero, con todo, no pierden la actitud de la solidaridad y convivencia mutuas y de la sonrisa que hermana aunque sean extranjeros como yo, que venía de paso paso. En sus muy diversas necesidades y labores cotidianas así como sus aflicciones pero que. sin embargo, y por otro lado, no pierden la fe sino que, al contrario para muchos de ellos este encuentro con la catequesis o el simple hecho de ir a misa, es algo ya motivante en su vida de comunidad y para ejercer la caridad con sus demás hermanos.
Agradezco a Dios por esta otra nueva experiencia. Cabe destacar que, y aunque es cierto que las apariencias engañan, también es cierto que mucho de lo que somos por interiormente se manifiesta exteriormente, esta parroquia tiene, por así decirlo, dos "capillitas" muy bien adornadas, señal del buen trabajo o pastoral que ahí se ejerce (o se quiere seguir ejerciendo) motivando a sus feligreses.
No olvidemos nuestras oraciones, no sólo para las vocaciones sino también por todos aquellos buenos sacerdotes que trabajan exhaustivamente cuidando y buscando el bien de sus comunidades. Aquí les dejo, pues, algunas imágenes de los templos aquí visitados y bellamente adornados, cosas que además admiré además de disfrutar el acercarme más con la gente que, sin más ni más, y más los niños, se dejan saludar y están más que ávidos de manifestar y recibir amor, no sólo de los mismo padres que son el principio en la familia, sino también de los amigos, de la comunidad que los debe educar en la paz y bienestar hacia los demás. Son cosas que rescato de esta experiencia y que, como ya dije anteriormente, aunque muy corta, muy enriquecedora (buscando las cosas buenas en Dios).
Gracias por leer. Agradezco sus comentarios y oraciones.