viernes, 19 de mayo de 2017

La ley y la gracia

Reflexión de la Santa misa del jueves 18 de mayo.
Respecto a la ley y la gracia salvadora de Jesús.

La ley [humana] es importante pero NO SALVA. Si la ley salva es innecesaria la venida de Jesucristo y que el verbo se haga carne y que habite entre nosotros; sería un plus, un complemento cuando mucho. Pero no, Él es el camino, la verdad y la vida y por tanto nos ha traído la gratuidad, la gracia.
Creemos que por lo mismo que ellos nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús dice San Pedro.
Pensemos que para el judío la conversión es una plenitud; al gentil es entrar a otro universo realmente nuevo

¿Qué significa realmente Jesucristo?

Es esta palabra que tiene autoridad; la autoridad de Pedro, la autoridad de Santiago, la autoridad de Pablo, la autoridad de Bernabé; los acontecimientos. Lo más difícil es entrar en un corazón transformado: la circuncisión del corazón que pueden parecer palabritas pero nada son palabritas. Si se entiende el quid de la cuestión del misterio cristiano, los conceptos en nosotros son de una radicalidad profunda que puede ser tomado esto un poquito de cualquier manera cuando alguien no actúa ni procede en la rectitud naturalmente. O sea lo de la ley parece mucho más concreto, es mucho más tocable [más práctico, cómodo]; lo de la gracia es mucho más como etéreo [volátil] pero es más macizo que el pedernal cuando es llevado y vivido en la fe, en la autenticidad de la CONVERSION. Lo otro parece mucho más estable; nos movemos mucho mejor en leyes que en Espíritu pero lo que da tono y sentido es el ESPÍRITU que es lo que hace vivificar a la ley porque si no la ley mata, mata. Al hombre caído la ley le sirve por eso la ley le vino para que el hombre supiera que es un infractor necesitado de salvación; pone los límites de cual: ‘si pasas de aquí mueres’ pero NO SALVACristo salva por ser plenitud de la ley y de los profetas; es su persona: camino, verdad y vida… Para vivir en este amor y permanecer en este amor ¿Guardáis mis mandamientosdice Jesucristo, lo que os he enseñado; perdón, no los diez mandamientos (que sí). Jesucristo dice ‘mis mandamientos’ [donde el resalta el amor que da plenitud]; si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor; ninguna amenaza, ninguna, si no todo aquello que habéis visto… Por eso San Juan en su primera carta: ‘Lo que hemos visto, lo que hemos oído, lo que hemos palpado os lo damos a CONOCER para que tengáis COMUNIÓN con nosotros que somos testigos…’ Estas palabras tienen una firmeza impresionante cuando hay este encuentrode fe, de amor que lleva a la alegría… ¡Que vuestra alegría llegue a la plenitud!”

-Tomado de Nazareth tv, Santa Misa diaria, jueves 18 de mayo de 2017. Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=7hgHOKutThw