viernes, 24 de septiembre de 2021

¿Dónde estás mamá?

¿Donde estás mamá? Te recuerdo con mucho cariño y agradecimiento. Elevo mi oración a cada instante por tí. No te olvido, nunca lo haré, las personas ancladas a nuestro corazón son difíciles de olvidar ¡Cuánto más la mamá! sólo me duele lo repentinamente que te fuiste sin decir más; te vi salir al hospital pero nunca más a la casa llegar, no hubo chanza de bien despedirnos, de "reaccionar".

Muchos planes y proyectos quedaron a medias, mucho material y actividades esperándote, mucha creatividad a derrochar, pláticas, animalitos, plantas, juegos, consejos, navidad... Pero si de Dios fue su voluntad por más doloroso que esto haya sido ¿Qué puedo más decir yo? Lo acepto, pero me cuesta el hecho de esta ida tan de repente, sin un aviso, sin una carta, un consejo que, sin duda, nos las habrías dado, pero no podías ante tu dolor ni siquiera hablar más. La enfermedad no da tiempo de mucho.

 

¿Dónde estás ahora mamá? ¿Me escuchas? dime que bien estás.

 

Aquí es donde con mayor razón deseo que exista el cielo para personas como tú, que dan la vida al extremo por amor. En verdad, lo deseo de todo corazón que estés feliz ahora allá: en el cielo de las grandes mamás.

 

Sólo me resta agradecerte tu mucho esfuerzo por nosotros y pedirte perdón por lo mucho ingratos que hayamos sido o más de alguna vez ofendido, estresado o preocupado. Te mando un abrazo espiritual desde mi conciencia y corazón sincero, y que sepas, pues, ¡que NO TE OLVIDO, siempre te recuerdo y ESTOY SUMAMENTE AGRADECIDO! Lo digo de todo corazón y que sepas que de mí al menos, en cada paso de mi vida que de ahora en adelante doy, en cada logro, en los gratos recuerdos y enseñanzas que de tí tengo, ¡nunca te irás! nunca te has ido. También son parte de tí...

 

¡Te amo mamá, tú bien lo sabes, así como tú de cariñosa con nosotros siempre has sido! ¡Dios te siga bendiciendo allá en el cielo y ruega por nosotros ante Él por tus hijos, demás familiares y amigos! que te seguiremos con cariño profundo en lo que nos resta de vida acá en la tierra "bien recordando"...

 

Cariñosamente:

 

¡Tu hijo desde la tierra!

lunes, 12 de abril de 2021

"El hábito no hace al monje"; la riqueza no hace a la persona.

Hola blogueros tengan un bonito y bendecido día. Gracias por seguirme y estar atentos a mis publicaciones. Espero que les sean de gran agrado y reflexión. Saben que lo hago con mucho cariño. No olviden dejarme su "reacción" o mensaje al final de cada artículo, así como de compartir si te gustan mis reflexiones.

En esta ocasión quise vincular este artículo con el refrán muy conocido "el hábito no hace al monje" con un aspecto de la vidad que creo se ejemplifica mucho y lo resumiría así: la riqueza del hombre ¿Se refleja en sus posesiones?

Todo comenzó el día de hoy que me disponía a visitar a una señora vecina que necesitaba de un favor, más, al cruzar la calle me topé con una camioneta super lujosa donde el capó me llegaba prácticamente a la altura de mi cabeza (y eso que estoy alto). Pero no precisamente era esto lo que me llamaba la atención puesto que en la ciudad hay miles de carros de igual categoría...

Pude haber dejado pasar esta anécdota sin más pero no lo hice ya que fuera de mi casa se encuentra otra camioneta que también llaman de lujo (aunque no es de último modelo como la primera que les describí y tampoco de vecinos de estatus alto que digamos) que casi no se usa, además de otros carros que, en mi opinión, son superfluos ya que sólo utilizan uno y los demás ocupan espacio en la calle y hasta con algunos vecinos ¿Cuál es el sentido de todas estas posesiones si no van en aras al servicio y utilidad?

Lo que me impulsó a hacer esta reflexión fue el hecho siguiente: "el cuidado que se les da a las cosas materiales (más que a las personas mismas), incluso más de lo meramente necesario, yendo así del aspecto más que sólo útil, al aspecto meramente "estético".

Y dadas estas circunstancias antes descritas se me vinieeron a la cabeza las siguientes preguntas: "¿Estos objetos reflejan la felicidad de quien los posee?

En el marco de la jornada mundial de los pobres del 15 de noviembre del año pasado, el Papa Francisco manifestó lo siguiente al respecto del tema de la riqueza: "En el Evangelio, los siervos buenos son los que arriesgan. No son cautelosos y precavidos, no guardan lo que han recibido, sino que lo emplean", dijo el Papa en la Jornada Mundial de los Pobres, recordando que el bien, "si no se invierte, se pierde; porque la grandeza de nuestra vida no depende de cuánto acaparamos, sino de cuánto fruto damos". En este sentido, el Santo Padre señaló que los pobres nos permiten enriquecernos en el amor, que es la mayor carencia que uno puede tener. Y nos invita a preguntarnos ¿qué puedo dar?, en lugar de plantearnos constantemente, ¿qué puedo comprar?"

En otra ocasión el Papa tambien manifestó lo siguiente respecto a la manera como se adquiere la riqueza, de manera ílicita e injusta, es decir, atropellando de alguna manera la dignidad de otras personas.

"El papa Francisco invitó a la humanidad, en un mensaje publicado durante este sábado (13.06.2020), a "tender la mano a los pobres", criticando "el cinismo" y la "indiferencia" de quienes mueven fortunas desde su ordenador o se enriquecen con la venta de armas y drogas."

Así, estas situaciones deben de llevarnos a ser más cuidadosos respecto a "lo que tenemos" o redefinir mejor nuestro concepto de "pobreza-riqueza". 

El rico, pues, no se mide por la cantidad de bienes materiales, hablando del aspecto más importante del hombre y aludiendo a esa riqueza que genere mayor riqueza en los demás, es decir, aquella que restituye, valora y reconoce la dignidad de sus semejantes, que busca su mayor bien integral. El verdadero "rico" es la persona que, precisamente, es eso: "persona", y dentro de este concepto, prevalece el aspecto más "humano"; más empático, más sensible a las necesidades de su comunidad que hace a su vez "ser persona" a los que le rodean.

Entonces ¿Es malo poseer bienes materiales? 

Pues eso depende del espíritu conque se hagan los actos y no sólo en el aspecto material, sino todas nuestras acciones aludiendo al corazón del hombre como lo principal, de su buena voluntad; que el hombre no sea esclavo de los aspectos exteriores (Mc 2, 27) sino que éste, dueño de la creación como Dios mismo se lo encomendó (Gen 1, 26), sea el mejor administrador de todos los bienes de la Tierra para el bien de su misma humanidad; que no sirva ésta para su propio beneficio que lo haga más egoísta y aislado, y en perjuicio de su hermano.

Todo va en aras al cuidado de la misma humanidad, de la vida misma. Más, para buscar el mayor bien posible es necesaria la presencia divina (concebida como amor esencialmente).

"No contamina [pues] al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de ella; eso es lo que realmente contamina al hombre" (Mt 15, 11). No son las cosas exteriores lo más importante estrictamente hablando; no son éstos el fin sino los "medios" para movernos en este mundo y para recreación y servicio de nuestras vidas y el bien de nuestros hermanos...

lunes, 5 de abril de 2021

El católico y las elecciones


No sé si te habrás dado cuenta que a la vuelta de tu casa, en la pared de algún vecino o lote baldío, de repente encuentras propaganda política que todavía hasta hace pocos días no estaba allí, además de los spots en la radio, televisión o en carros con alto parlantes que van por tu calle anunciando a algún partido en especial.


Pues bien, si así lo has notado, es porque precisamente nos encontramos nuevamente en el periodo de elecciones de políticos que pretenden gobernar nuestros estados. Nos encontramos ante las elecciones locales que se celebran cada tres años.

Participar de la política

Muchos católicos piensan aun hoy día que la política no es incumbencia de la religión, sin embargo, nada más equivocado que eso. Todo católico, por su compromiso con el bien común, está obligado con mayor razón a estar atento e informado de lo que acontece en su comunidad, barrio, estado… porque de las decisiones que se tomen depende en mucho nuestro bienestar familiar y social. De ahí la importancia de “conocer” muy bien en primer lugar a quienes serán nuestros gobernantes; qué intenciones y reputación tienen verdaderamente.

Cuando tiras o recoges basura, cuidas un árbol, reciclas o participas en alguna actividad social o comunitaria… ya estás participando de la política en sentido amplio (cabe señalar que político en sentido estricto es aquél que aspira a una candidatura por medio de un partido político) porque de alguna manera “participas” para bien o para mal en tu comunidad. El simple hecho, pues, de ser “ciudadano” significa a la vez estar participando en la política (lo relativo a la ciudad/comunidad). De ahí la importancia de prestar atención e interesarse por saber quiénes podrían ser nuestros próximos gobernantes, responsabilidad no menos importante para un católico y toda persona responsable que debe abogar siempre por el cuidado de la vida y el bienestar de de la familia.

Responsabilidad del católico

En el marco de las pasadas elecciones presidenciales del 2018 de nuestra nación “En su mensaje, el Arzobispo Primado de México señaló al votante católico mexicano que ‘por si algo se te olvidó, revisa bien qué candidato tiene las mejores propuestas para el derecho a la vida desde el nacimiento de una criatura hasta la muerte natural’.

También alentó a los mexicanos a evaluar ‘quién tiene las mejores propuestas para la familia estable, la familia que se consolida y se hace un hogar que construye a la sociedad’.

‘Y quién tiene la mejor propuesta para la libertad religiosa, para que los valores del Espíritu guíen a nuestra sociedad’.

‘Fíjate bien por quién vas a votar, porque depende nuestro futuro’, subrayó.

‘[…] católico, a ti te hablo, como te han hablado tus obispos en cualquier parte de nuestro país, es tu responsabilidad el gobierno que nos vamos a dar’, señaló.”

Este año Jalisco se prepara para elegir a 20 diputaciones de mayoría relativa; 125 presidencias municipales; 125 sindicaturas; 18 diputaciones de representación proporcional y 1479 regidurías.

¿Y tú? ¿Ya conoces a tus posibles próximos representantes?




martes, 9 de marzo de 2021

Milagro en mi parroquia

"Conviértanse a mí de todo corazón, con ayuno, con llanto, con luto. Rasguen los corazones y no los vestidos; conviértanse al Señor su Dios; que es compasivo y misericordioso, y se arrepiente de las amenazas. Quizá se arrepienta y vuelva, dejando a su paso bendición, ofrenda, libación para el Señor, su 
Dios” (Joel 2, 12 ss).

Como bien sabemos, nuestra parroquia acaba de ser testigo de un acontecimiento extraordinario. El pasado 6 de Marzo, en la misa de exequias del Sr. Cura Pbro. Heriberto López B., anterior Cura de nuestra Parroquia. Exactamente en el momento de su sepultura en el templo mayor, el Cristo comenzó a derramar lágrimas. El suceso fue dado a conocer por la Sra. Rosa Gudiño (vecina de la parroquia, del barrio San José) quien, de manera fervorosa se encontraba pidiéndole precisamente por su salud y bienestar de su familia (según como ella lo narra a los medios). Grande fue la sorpresa al percatarse de algo distinto en su rostro ¿Está llorando? A lo cual, para estar más segura, fue en busca de una segunda opinión, del Padre Avelino quien le confirmó que efectivamente “estaba llorando”. Posteriormente, los medios ahí ya presentes por la misa especial del fallecido Sr. Cura Heriberto, acudieron a hacer las tomas y dar a conocer este gran y extraordinario acontecimiento.

Hubo llanto y gran asombro entre las personas presentes de quienes se escuchaban decir ¿qué nos quiere decir el Señor? ¿qué irá a pasar? Más, como en todo tiempo sucede, incluso en tiempos de Jesús, también no faltaron los incrédulos que buscaban explicaciones por otros medios. Sin embargo, resalta una opinión de entre todas “verdad o no, lo cierto es que hay cosas que tenemos que cambiar”. Y tiene esta persona toda la boca llena de razón. Quizá nos encontremos ante un milagro, pero esto no es lo más importante porque para los duros de corazón, éste y muchos otros hechos extraordinarios les pasaran de manera indiferente como en la narración de Lázaro y el Rico “Si no escuchan a Moisés ni a los profetas, aunque resucite un muerto, no le harán caso” (Lc 16, 31).

Un milagro, pues, puede ser para la parroquia una gran bendición, pero también una gran advertencia, compromiso, responsabilidad y hasta vergüenza porque hemos necesitado de milagros para creer en que Jesús de verdad existe. “Porque me has visto has creído; dichosos los que crean sin haber visto(Jn 20, 29) ¿Cómo estamos realmente en nuestro corazón?

Mira más sobre el milagro en este enlace: https://www.facebook.com/www.cuatrotelevision.tv/videos/268197531496603

sábado, 20 de febrero de 2021

Católico tradicional vs católico original

CATÓLICO TIBIO (1RA PARTE)

"Más porque eres tibio, ni frío ni caliente, yo te vomitaré de mi boca" (Ap 13, 16)

Algunos aspectos o tentaciones que pueden caracterizarnos como católicos superficiales.

 El católico superficial (o tibio)

nNo es puntual y a “duras penas” se dirige a los compromisos religiosos.

·         Necesita ser empujado para hacer las cosas.

·         Difícilmente se compromete.

·         Hace poco y, con eso poco siente que ha hecho más que suficiente.

·         Deja que otros hagan los servicios y se comprometan por él (ella).

·         No es acomedido, servicial, creativo ni aporta ideas. Así, si en la misa hay lectores, para él es “muy bueno”; y si no los hay, también para él es “muy bueno”.

·         No cuestiona su fe para mejorar; no le sorprende ni le indigna nada, es pasivo, muerto viviente. Nunca se pregunta ¿En qué puedo servir? ¿Qué hace falta a mi Iglesia comunidad?

·         No le preocupa la situación de su Iglesia, si acaso sólo los ritos cuando le aportan un beneficio.

·         Asiste a misa “cuando le nace” o sólo en eventos especiales como “quince años”, bautizos, matrimonios, etc. por esperar la fiesta y quedar bien con los amigos y “compadres”, más no por fe ni por agradar verdaderamente a Dios. Los más llegan casi terminando la Eucaristía pero muy puntuales al banquete de bodas. Católico interesado.

·         Llega tarde a las celebraciones y compromisos religiosos, y si le gana la flojera ya no asiste.

·         El frío, la lluvia, el cansancio, la familia, los amigos, el juego, la TV… son motivos suficientes para no asistir a las celebraciones, fácilmente sucumbe ante la flojera. No es tenaz, consistente, disciplinado, no se esfuerza por aportar y mejorar las situaciones de su comunidad o Iglesia.

·         No es prevenido y le da prioridad a otros asuntos menos importantes. Se le olvida la misa del barrio ese mismo día, pero planea y dedica horas y semanas a la diversión, juegos, música en exceso. No tiene una vida equilibrada, a Dios le deja muy poco, y con eso poco se cree muy bueno por quedarse una hora en misa. Piensa que ha hecho demasiado. Gran sacrificio.

·         Es despistado (o indiferente) para las cosas de Dios, es decir que, por más que se le avise y hasta se le anote en la puerta los eventos y celebraciones propias de la Iglesia, siempre anda preguntando, incluso a última hora, lo mismo, y eso porque se topó con una celebración cerca de su casa, de otro modo, ni siquiera tenía considerado asistir; no son su prioridad, no tiene gusto por las cosas de Dios. En pocas palabras, no pone mucho interés y, por supuesto, no valora el esfuerzo de los demás.

·         Es “protocolario”. “Queda bien de Palabra” con las personas, pero de verdadera intención y servicio se queda muy lejos. No busca agradar a Dios más que quedar bien con el mundo.

·         Es “ritualista”. Se queda en la celebración de los sacramentos de manera superficial, pero no los hace vida en su familia y comunidad. Están de cuerpo presente y su mente sigue en las placeres y preocupaciones de su vida diaria.

·         Cuando asiste a las celebraciones o rosarios lleva interés de lo que “repartirán” más que por devoción.

·         No se preocupa por conocer más su fe, y se deja llevar por lo que los medios o los demás dicen al respecto de su Iglesia, y se las cree fácilmente. Le es más fácil tomar un celular y creer lo que dice un video y noticias al respecto que tomar un libro y dedicarse a estudiar el compendio o la Biblia ¿Tomar un curso de Biblia? Ni siquiera lo piensa, es un gasto innecesario. Católico tibio.

·         Es “sensacionalista”. Es como “Vicente, que va a donde va toda la gente”, buscando reconocimiento a lo que hace. Le interesa más la multitud que la verdadera convicción de su fe personal: buscar al encuentro de Dios aunque vayan poquitos o no esté de moda ir a misa (por ejemplo).

·         Vive preocupado de la vida diaria y, Dios para éste es “cosa a parte”, es decir que, si le sobra tiempo, se lo dedica a Dios, si no, no. Es tibio.

·         No tiene espíritu de sacrificio.

·         Tiene miedos, se siente inútil, pero a la vez, éstos le sirven de pretexto para no esforzarse a mejorar y prestar un servicio. Nadie se sacrifica por lo que no ama y éste alguien (en este caso Dios) siempre será cosa secundaria. Tampoco las mamás son todas maestras, sin embargo, hacen el esfuerzo por apoyar a sus hijos para que no reprueben. Así que “no hay pretextos”.

“Donde está tu tesoro, ahí estará tu corazón, [tus pensamientos, tus intereses…]” (Mt 6,21) Entonces ¿por qué darías tú la vida? ¿Qué es lo más importante fuera de Dios que valga más la pena? Todo es indispensable, cierto, pero también Dios no es menos importante. De hecho, es la raíz de todo. El problema es que, como niños malcriados, buscamos sólo lo bello, placentero; nos gusta arrancar frutos del árbol, pero nunca sudar la gota gorda al plantarlos y cuidarlos. Todos quieren guayabas cuando ven al árbol repleto, pero casi ninguno se preguntó siquiera ¿quién lo plantó, lo regó, lo podó, lo cuidó? ¿Qué puedo hacer yo al respecto? Además, arrancan con violencia los frutos y aún verdes… piensan que todo lo merecen y que éstos se dan solos.

Así es el mundo placentero y llano; todos buscan su beneficio propio sin casi ningún esfuerzo. Así, ser católico no es garantía de ser un valioso y grandioso ser humano. 

Así, tenemos diputados, presidentes corruptos, secuestradores, rateros, violadores, etc. muy creyentes y hasta guadalupanos, muy católicos de nombre y tradición, pero pocos son los que realmente lo viven, se esfuerzan y saben lo que ello conlleva.

Esfuércense, [pues], por entrar por la puerta estrecha” (Lc 13,24), porque el mundo, el camino de la perdición es fácil, es placentero, injusto, egoísta, es llano… Y los caminos a Dios, el camino al amor es difícil por ir contra el pecado y el desamor, el egoísmo, pero que ya desde la Tierra trae sus recompensas y la esperanza de la felicidad eterna.

miércoles, 20 de enero de 2021

Mi experiencia en la pastoral de la salud

Poco valoramos la salud hasta que nos cae a enfermedad, y más si ésta es grave, ya no se diga solamente a nosotros sino también de algún familiar o amigo cercano.

Mi nombre es Alejandro Huerta C. y hoy quiero compartirles una experiencia especial respecto a la salud.

Hoy en estos tiempos de pandemia nunca ha sido más valorada la salud como en otros tiempos más normales (por decirlo de alguna manera) debido al incremento de muertes por este fatal virus que nos circunda y amenaza constantemente, y donde no sabemos a quién y cuando nos va a tocar y con qué gravedad.


Hace unos días, dentro de mis archivos apareció esta foto de una experiencia especial que tuve hace algunos años en mi estancia en el seminario de Misioneros de Guadalupe y decidí hacer una reflexión al respecto compartiéndoles mi experiencia donde cada fin de semana durante al menos un año teníamos la pastoral de la salud que consistía en ir con los enfermos del Instituto Nacional Ignacio Chávez de la ciudad de México (CDMX).

Éramos de cuatro a seis integrantes aproximadamente los que asistíamos a dicha pastoral. Cada viernes después de los estudios y de la comida, íbamos a nuestros cuartos a tomar nuestra bata y nos encaminábamos a dicho hospital para visitar a los enfermos del corazón. Pero nuestra labor, a pesar de llevar bata blanca como cualquier médico (lo cuál se hacía por higiene) era algo más que sólo físico. Se trataba de la salud espiritual llevando la Eucaristía a quien lo quisiese así como la Palabra de Dios, cosa que, viendo los rostros de cierto alivio y consuelo de los internados al escuchar que Dios está con ellos a pesar de la angustia y sufrimientos que pudieran experimentar; que no desanimaran y tuvieran fe, cosa que me llenaba de gran satisfacción, saber que yo era de alguna manera el portador de esa Palabra y consuelo, que mi vida valía para algo, para servir a otros desde mi persona.

Al mirar esta foto de nuevo, pues, me hizo recordar y valorar más la vida y salud que aun Dios nos ha permitido tener y, sobre todo, tener esta oportunidad de poder servir mediante  mi salud a los enfermos. Hoy día acompaño al ministerio de los ministros de la Santa Comunión en el Refugio y, ¡créanme! Aunque para muchos pasa por indiferente esta labor, es una experiencia única y enriquecedora donde experimentas la presencia de Dios entre los, para ya muchos, olvidados y hasta insignificantes, pero Dios se hace más presente con mayor razón en la miseria y fragilidades humanas, allí donde aflora con mayor fuerza la fe. En verdad ¡Qué bello es servir a Dios!

Bien dicen por ahí que la mejor medicina es el ánimo que la persona enferma ponga en su recuperación, y esto en gran medida es tan cierto e importante que, incluso se puede decir que es la principal y mejor medicina. Así, el espíritu humano supera en gran medida el aspecto material y físico.

De ahí la importancia de mantenernos en pie espiritualmente hablando, es decir, con la mano puesta en Dios siempre ante cualquier circunstancia.

En este sentido, cuando yo iba a visitar a los enfermos y, sabiendo ellos que eres representante de Dios, las personas no tardan en querer hacerte partícipe de sus problemas que van más allá de una enfermedad física. El sufrimiento, pues, es más profundo que lo que se experimenta en el cuerpo mismo.

Recuerdo que cuando comencé a visitar el hospital  quería "complacer" (por decirlo de algún modo) a los enfermos escuchando sus penas, sin embargo, humanamente es casi imposible remediarles en algo sólo por nuestra fuerza, además, me di cuenta con el paso de las semanas, y dado que escuchar a un sólo enfermo te llevaba casi todo el tiempo y sin garantía de poder aliviarle su sentir que, en sentido estricto, por más buena voluntad que se tenga y fuerzas empleadas, el que mejor puede alivianar el alma es la Palabra de Dios y Eucaristía.

De ahí que, en visitas posteriores ya no trataba de quedarme a sólo escucharle (y hasta aconsejarle según mis capacidades), lo cual es muy válido, humano y hasta importante, sin antes primero leerles la Palabra de Dios.

Así, comencé a notar esa paz en sus rostros que sólo la Palabra de Dios podría traerles y, una vez escuchada ésta (incluso para los que estaban impedidos de comulgar) ya no buscaban tanto platicar sus problemas que, por más vueltas que se les dé, humildemente uno nunca podrá remediarlas eficientemente. Es mejor refugiarse y confiar en la Palabra de Dios, ponerlo todo en sus manos. Creo que esta última actitud es la que muchos pacientes lograron experimentar dejando sus preocupaciones en las manos de Dios desde la misma Palabra de Dios.

Estos son algunos de los aprendizajes durante mi experiencia pastoral en este ramo. 

Es necesaria la salud física por supuesto, pero no se puede prescindir de la salud espiritual esencialmente. Con razón San Pablo manifestó alguna vez: "Por el pecado entró la muerte" (Rom 5, 12-21). Así mismo, un alma saludable (en armonía con Dios) está en Paz y hasta llega a recuperar la salud física, de ahí que Jesús antes que sanar el cuerpo, se enfocaba primero en el alma de la persona y por ello ratificaba la salud con estas palabras: 

"Tus pecados son perdonados" (Mt 9,2), "tu fe te ha salvado" (Mc 5,34; Lc 7,50), "vete y no vuelvas a pecar" (Jn 8,11). Con estas palabras podemos confirmar que lo importante, la salud primaria, viene desde el mismo ánimo del espíritu.

Con esto no quiero decir que no sean necesarias las atenciones de la medicina sino que, es también importante la espiritualidad que nos mantenga firmes y con esperanza siempre sabiendo que Dios contiene a la medicina misma y abarca la inteligencia de los hombres.

lunes, 4 de enero de 2021

DISFRUTE LA VIDA...

 El Papa Francisco:

"Está vida se va a ir rápido, no pelee con la gente, no critique tanto su cuerpo, no se queje tanto, no pierda el sueño por las cuentas. Busque la pareja que lo haga feliz, si se equivoca, dejela y siga buscando su felicidad. Nunca deje ser buen padre.

No se preocupe tanto en comprar lujos y comodidades para su casa, ni se mate dejándole herencia a su familia. Los bienes y patrimonios deben ser ganados por cada uno, no se dedique a acumular plata. Disfruté, viaje, goze de sus paseos, conozca nuevos lugares, dese los gustos que merece y permita tener a los perros más cerca.

No se ponga a guardar las copas. Utilice la nueva vajilla, no economice su perfume favorito, úselo para pasear contigo mismo, gaste sus tenis favoritos, repita sus ropas favoritas ¿Y qué? Si no está mal, ¿por qué no ahora? ¿Por qué no orar en vez de esperar a orar antes de dormir? ¿Por qué no llamar ahora? ¿Por qué no perdonar ahora? Se espera mucho para la Navidad, el viernes, un año más, cuando se tenga dinero, cuando el amor llegue, cuando todo sea perfecto... Mire .... No existe el todo perfecto.

Los seres humanos no pueden lograr esto porque simplemente no se hizo para completarlo aquí.

Aquí es una oportunidad de aprendizaje. Así que tome está prueba de vida y hagalo ahora... Ame más, perdone más, abrace más, viva más intensamente y deje el resto en las manos de Dios".