lunes, 16 de noviembre de 2020

Caridad

Muchos hemos escuchado en más de una ocasión acerca de este término por demás significativo, sin embargo, estoy seguro que no hemos agotado por completo su significado; si profundizamos más al respecto, encontraremos sin duda mucho más de lo que creemos que sabemos...

¿Qué significa, pues, la palabra "caridad"?

Si buscamos en la web encontraremos esencialmente que el objeto de ésta es el amor a Dios sobre todas las cosas y, por supuesto, esto implica a su vez el amor al prójimo ya que: "Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?" (1 Jn 4,20).

Caridad se deriva del griego ágape (amor fraternal) y del latin caritas que hoy día traducimos como "amor" más propiamente. En este sentido es que caridad viene siendo lo mismo que "amar". Se trata de una de las tres virtudes teologales después de la fe y la esperanza, y la más importante de éstas ya que, si no tengo caridad (o amor), así sea yo un gran héroe o conquistador de grandes ciudades, yo nada soy" (1 Cor 13).

Pero ¿qué significa amar? Este es el meollo del asunto y, por decirlo más precisamente, es lo más complejo y el punto central de nuestra exitencia humana; es el motor que nos mueve de mil maneras; lo que nos desanima y da sentido; es por lo que damos la vida misma... es precisamente por ella que venimos a este mundo y que aun hoy día muchos tratamos de entender en esta escuela de la vida. Unos la alcanzan a entender de manera plena más pronto que otros. Más, con la palabra "entender" no me refiero a algo propiamente de la mente más que del sentir y, por ende, se vive, ya que parece ser que el amor (o caridad) tiene como uno de sus requisitos básicos eso: el amor se comprende más auténticamente viviéndola con todo lo que conlleva: dolores y alegrias, de todo un poco cada vez. El amor verdadero pues, se distingue del falso en la "resistencia" y aún en el "desierto".

La caridad (o amor) engloba a las otras tres virtudes anteriormente mencionadas: la fe y la esperanza ya que sin amor ninguna de éstas existiría. La prueba está en la "confianza"; el amor es capaz de muchas cosas y de provocar incluso lo inimaginable o aparentemente imposible; es capaz de sembrar en el desierto por ejemplo; por eso se la llama muchas de las veces "loca", "rebelde", "ingenua", etc., y, ciertamente, para complicar más las cosas, también "ilógica" como Dios mismo, es decir, que supera toda regla e inteligencia humana. Con el amor (o caridad) "todo es posible" o, mejor dicho, "todo puede suceder", de ahí se desprende su exquisitez, su hermosura y expectación, su encanto, sorpresa, sentido...

Dice San Pablo hermosamente y embelesado por ella tratando de definirla y, con ella, de alguna manera de delimitarla: "El amor paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad." (1 Cor 13, 1-13).

Y si le queremos agregar más cualidades, resaltan también las claves de Jesús de una forma un tanto resumida: amar a Dios y al prójimo como así mismos que involucra también al enemigo ¿Quién quiere amar al enemigo? más aún ¿al despreciado, enfermo, pobre u oprimido? Sólo el que ama de verdad. He aquí lo complicado de tal cualidad, es fácil decirlo, difícil practicarlo, pues, como mencioné al principio del escrito, el amor "se vive", no se "predica" propiamente; de él se da ejemplo de vida más que sólo cátedras.

La caridad (o el amor) no es, pues, "asible"; ella va y se posa donde quiere; no discrimina, toma a todos por igual, a todo aquél o aquella que se cruce por su camino si le parece; lanza su anzuelo e invitación, por eso tambien se le llama "ciega" porque el verdadero amor "no se deja sobornar" ni por la sola apariencia "apantallar"; tiene cara de ingenua pero sabe lo que quiere, es amable y también prudente; parece que la engañas y de ella al final, si de verdad quieres, aprendes y te transforma. Porque además, ella es respetuosa y también por lo anterior dicho, es pura y noble.

La caridad (o amor) es "considerada" y "persistente", impulsada precisamente por la "esperanza" y no tan pronto en su entrega o hazaña muere.

La caridad, en pocas palabras diría yo, es precisamente lo "irreal" y e "imaginable", por eso también a su vez es "creativa", puede hacer cuanto quiera, como la frase de San Agustín "ama y haz lo que quieras" porque ésta dondequiera se mueva no divide sino "crea"; ama la vida y no la muerte, por eso ese "hacer lo que quiera" no tiene sentido "rebelde", opresor o ambicioso más que el de no hacer daño ni destruir sino el de "hacer todas las cosas nuevas", desear el bien siempre...

(continuará) No olvides comentar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Cierto Alex. Felicidades me dejas muchas enseñanzas 🙏👌 Dios te siga dando mucha sabiduría para que no las transmitas

Alejandro Huerta dijo...

Gracias!!